miércoles, 30 de enero de 2008

FIN DE LA HUELGA DE HAMBRE

Estimados (as )

Patricia Troncoso puso fin a huelga de hambre

El obispo de Chillán, Mons. Carlos Pellegrin, celebró su decisión y valoró el rol que tuvo la Iglesia como intrumento del Señor en la búsqueda de una salida a esta dramática situación.

Mucha alegría existe al interior de la Iglesia de Chillán por el término definitivo de la huelga de hambre de Patricia Troncoso, quien optó por aceptar la finalización de esta dramática situación que se extendió por ciento doce días.
La noticia fue oficializada por el padre de la comunera mapuche, Roberto Troncoso, quien señaló a la prensa chillanense que su hija recibirá tratamiento de estabilización, para posteriormente ser trasladada al Hospital Regional de Temuco. Sobre la negativa de ayer y la solicitud de un documento firmado que nunca llegó, Roberto Troncoso indicó que la Chepa confía en que la Iglesia velará para que los acuerdos sean concretados.
El Obispo de Chillán, monseñor Carlos Pellegrin Barrera, se mostró muy contento con los resultados de la mediación de la Iglesia, especialmente, por haber sido buenos instrumentos del Señor en la búsqueda de una solución final a este conflicto. De esta forma, un tema que hace dos meses ni siquiera ocupaba un centímetro de la prensa nacional, se fue posicionando poco a poco de la agenda, gracias a la “Chepa”; y también gracias al incansable trabajo de mediación llevado a cabo por la Conferencia Episcopal, cuyos obispos mostraron su solidaridad con la comunera y con la causa indígena, al igual como lo hicieron hace algún tiempo con el sueldo ético, o ahora, con el drama de los temporeros. “Tuvimos la oportunidad de hacer una contribución desde la Iglesia chilena, y hacer una invitación, tal como lo dijo monseñor Goic, a seguir buscando caminos para lograr una verdadera justicia en favor del pueblo mapuche y de todos los pueblos originarios”, sentenció el prelado. A nivel diocesano, monseñor Pellegrin reiteró el trabajo de los sacerdotes que acompañaron espiritualmente a la Chepa, y que fueron fundamentales en la negociación. Se trata de los padres José Luis Ysern y Fernando Varas. La Iglesia invita a mantener actitud de diálogo Si bien, existe una gran satisfacción por la “opción por la vida” de parte de Patricia Troncoso, el conflicto del pueblo mapuche va más allá. “Ciertamente, al comienzo yo manifesté que sentía que el Gobierno estaba bastante duro, bastante inflexible. Sin embargo, en las conversaciones posteriores se ha visto un interés tremendo por parte de las autoridades. Ojalá que estos signos de encuentro den los frutos que todos esperamos” indicó. Asimismo, el prelado hizo un llamado a los simpatizantes mapuches, a que también pongan de su parte, para erradicar la violencia. “No estamos de acuerdo ni con las acciones violentas ni con las acciones innecesarias. Reconocemos, eso sí, que el pueblo mapuche ha sufrido, y que las heridas van a sanar a través del diálogo”. Con respecto al rol que seguirá jugando la Iglesia como garante en el cumplimiento de los acuerdos alcanzados y en la discusión que se abra frente a los temas de fondo del conflicto mapuche, el Obispo de Chillán señaló que “la Iglesia tiene una vocación de diálogo y una llamada de promover el encuentro entre las personas, por eso vamos a seguir muy atentos y como Conferencia Episcopal Chilena hemos ofrecido todos nuestros servicios para unir las voluntades y poder conseguir aquella atención que requiere el movimiento de los pueblos originarios de nuestra Patria”.

FUENTE : http://www.iglesia.cl/

COMENTARIO : La tarea comienza, apoyemos la labor de la Conferencia Episcopal con nuestra oración.

lunes, 28 de enero de 2008

GRACIAS POR LA VIDA



Estimados (as )

Pasadas las 18:30 horas de este lunes 28 de enero, en la sede del Obispado de Rancagua, el pastor de esa diócesis y Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Mons. Alejandro Goic, ha anunciado públicamente el término de la huelga de hambre que la activista mapuche Patricia Troncoso mantuvo por más de cien días.

A continuación, transcribo la declaración de Don Alejandro:

1. Por la gracia del Señor, ha terminado el ayuno que realizaba la Srta. Patricia Troncoso, acogiendo una invitación que le han formulado amplios sectores de la comunidad nacional y varios obispos a apreciar el valor de la vida como un don maravilloso y deponer su huelga de hambre.


2. En una carta que le envié hace unos días y que se encuentra disponible en el sitio web Iglesia.cl, le he expresado a Patricia que su esfuerzo no ha sido en vano porque el tema mapuche se ha instalado en la sociedad chilena. No es un tema de fácil resolución, pero la Iglesia compromete su palabra y su acción para que lo podamos abordar como sociedad en su conjunto.


3. Hemos dialogado con altas autoridades del Gobierno, que han manifestado en las últimas horas su disposición a concederle a Patricia los beneficios que ha solicitado, para sí misma y para otras dos personas -don Juan Millalen y don Jaime Marileo- a través de este obispo.


4. Las gestiones que he realizado han sido motivadas por nuestro inclaudicable compromiso en favor de la vida, frente a la situación que ha vivido Patricia Troncoso en los últimos meses. Pero también expresan la necesidad de una solución profunda a la situación del pueblo mapuche, que requiere respeto y diálogo, como hemos expresado recientemente en nuestra declaración “La Paz en la Araucanía, fruto de la Justicia”.


5. Hacia estas decisiones de fondo han apuntado las gestiones realizadas por mis hermanos obispos Manuel Camilo Vial, Ricardo Ezzati, Sixto Parzinger y Carlos Pellegrin. A ellos agradezco su colaboración y preocupación. Una especial gratitud quiero expresar al P. Fernando Varas, capellán del hospital de Chillán, por su acompañamiento pastoral a la ayunante y su apoyo constante a mi labor de facilitador.

6. Agradezco públicamente a las autoridades de Gobierno con las que hemos tomado contacto. En ellos hemos encontrado acogida y buena voluntad para ayudar a superar esta situación particular. Esperamos que el Comité Interministerial también pueda avanzar, con la misma generosidad, en la resolución de las cuestiones de fondo que este conflicto nos demanda a la sociedad chilena en su conjunto.

7. A todas las personas e instituciones directa o indirectamente involucrados en este conflicto, les pido su mayor generosidad para evitar nuevas situaciones de violencia. Cualquier polarización, lejos de procurar soluciones y acuerdos, los entrampa.

8. A la Santísima Virgen María, madre de la vida, confiamos estas intenciones, en especial las de nuestros pueblos originarios.



† Alejandro Goic Karmelic
Obispo de Rancagua
Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile


Rancagua, 28 de Enero de 2008

Fuente y Foto : http://www.iglesia.cl
Foto : Emol.com

domingo, 27 de enero de 2008

NUEVO SUPERIOR GENERAL DE LA COMPAÑIA DE JESUS


Estimados (as) :


Me permito transcribir, primera Homilía de Adolfo Nicolas, S.J, nuevo Superior General de la Compañia de Jesús.

En su primera homilía tras ser elegido el sábado 19 de enero como Superior General de la Compañía de Jesús, Adolfo Nicolás, S.J., reafirmó el compromiso preferencial por "los pobres, marginados y excluidos por la globalización".


El sacerdote español –nacido el 29 de abril de 1936 en la ciudad de Palencia- tuvo su primera intervención pública en su calidad de 29º sucesor de san Ignacio de Loyola en la misa efectuada el domingo en la Iglesia del Gesu, en el centro de Roma, ante un millar de asistentes entre los que se encontraban los 225 delegados que participan de la Congregación General. Después de la jornada de elección del Padre General, los delegados abrieron un paréntesis de descanso mientras el Padre Nicolás atendía los muchos mensajes que le llegaban de todas partes del mundo, y preparaba su homilía de la tarde. A las 15:30 horas, acompañado de un pequeño grupo de delegados, el Padre General entró en las habitaciones de san Ignacio. Exactamente a las 16:00 horas, comenzó la procesión de los 225 delegados que, a través de la pequeña plaza, hacían su solemne entrada en la iglesia del Gesù en medio de un nutrido grupo de periodistas y fotógrafos. La iglesia estaba repleta. La gozosa presencia de religiosas de Congregaciones de inspiración ignaciana se hacía sentir. Ellas fueron las que provocaron el primer aplauso. Al fin de la misa, el Padre General se dirigió al altar de san Ignacio donde rezó por la Compañía y veneró las reliquias de san Ignacio colocadas en la urna bajo el altar. El Padre General pronunció su homilía en italiano, con la ayuda de unas notas, que a continuación presentamos (el subtítulo es de nuestra autoría).


“DIOS NOS HACE SERVIDORES”
Ante todo quisiera decir que este no es un mensaje para el mundo. Es una simple homilía. Una reflexión en oración sobre las lecturas de hoy para los jesuitas que estamos aquí. La primera lectura de Isaías creo que nos da a todos nosotros, cristianos, un poco la visión de cuál es nuestra misión en el mundo. Isaías nos dice que todos hemos sido llamados a ser servidores, que estamos aquí para servir. Es un claro mensaje sobre cuál es nuestra misión como jesuitas, como cristianos, como pueblo de Dios. Dios nos hace servidores. En esto el Señor encuentra satisfacción. La traducción española que se ha leído dice que Dios está orgulloso del Siervo. La traducción italiana dice que Dios “tiene satisfacción”. Creo que esta última sea más cercana a lo que la Biblia quiere decir. Más nos hacemos servidores, tanto más le agrada al Señor. Creo que esta es una imagen que debemos llevarnos con nosotros hoy. Los periódicos, las revistas están jugando estos días con el “cliché”: Que si el Papa negro, el Papa blanco, poder, encuentros, discusiones… Pero todo estos es tan superficial, tan irreal! Esto no es más que un poco de alimento para los que aman la política, pero no para nosotros. Isaías nos dice: Servir agrada al Señor. Servir es lo que cuenta: Servir a la Iglesia, servir al mundo, servir a los hombres, servir al Evangelio. También San Ignacio nos ha dicho a modo de resumen sobre nuestra vida: En todo amar y servir. Y nuestro Papa, el Santo Padre Benedicto XVI nos ha dicho que Dios es amor. Nos ha recordado la esencia del Evangelio. Después Isaías nos dice cuál es la fuerza del servidor. La fuerza del servidor es solamente Dios. Nosotros no tenemos otra fuerza. Ni las fuerzas externas de la política, de los negocios, de los medios de comunicación, ni la fuerza interna de la investigación, del estudio, de los títulos. Solamente Dios. Como los pobres. Hace poco conversaba con uno de vosotros, sobre algo que me sucedió en un tiempo en que trabajaba con emigrantes. Una experiencia que me impresionó hondamente. A una filipina que había tenido muchas dificultades para integrarse en la sociedad japonesa, que había sufrido muchísimo, se le acercó otra filipina pidiéndole consejo:


-Tengo dificultades con mi marido, y no sé si divorciarme, si continuar… Le pedía consejo sobre estos problemas bastante habituales. La primera le respondió: -No sé qué decirte ahora mismo. Pero ven conmigo a la Iglesia y recemos, porque para nosotros los pobres, solamente Dios nos ayuda. Esto me impresionó mucho, porque es muy verdadero. Para los pobres, solamente Dios es la fuerza. Para nosotros sólo Dios es la fuerza. Para el servicio desinteresado sin condiciones, sólo Dios es la fuerza. Después continúa el Profeta hablándonos de salud. Nuestro mensaje es un mensaje de salud, de salvación. Indica más adelante el punto que me ha impresionado más: Nuestro Dios, nuestra fe, nuestro mensaje, nuestra salud, son tan grandes que no se pueden encerrar en un recipiente, en un grupo, en una comunidad, aunque sea una comunidad religiosa. Se trata de noticias de salvación para todas las naciones. Es un mensaje universal porque el mismo mensaje es enorme. Un mensaje que de por sí es irreductible.


Hoy estamos aquí todas las naciones representadas. Todos, todo el mundo está aquí representado. Sin embargo, las naciones continúan aún más a abrirse. Pienso yo hoy, para mí cuáles son ahora las “naciones”. En efecto, aquí estamos todas las naciones geográficas, pero quizá existen otras naciones, otras comunidades no geográficas, sino humanas que reclaman nuestra asistencia: Los pobres, los marginalizados, los excluidos. En este mundo globalizado aumenta el número de los que son excluidos por todos, de los que son disminuidos, porque en la sociedad solo tienen cabida los grandes, no los pequeños. Todos los desaventajados, los manipulados, todos estos, son quizá para nosotros estas “naciones”: las naciones que tienen necesidad del profeta, del mensaje de Dios. Ayer después de la elección, después del primer shock, llegó el momento de la ayuda fraterna. Todos vosotros me habéis dado un saludo muy generoso, ofreciendo vuestro apoyo y ayuda. Uno de vosotros me ha dicho en un susurro: -¡No te olvides de los pobres! Quizá este es el saludo más importante, como cuando Pablo se dirige a las Iglesias más ricas pidiendo para los pobres de Jerusalén. No te olvides de los pobres: Estos son nuestras “naciones”. Esta son las naciones para las que la salvación es todavía un sueño, un deseo. Quizá está ya entre ellas, pero no la perciben. ¿Y los otros? Los otros son nuestros colaboradores si participan de la misma perspectiva, que tienen el mismo corazón que Cristo nos ha dado. Y si ellos tienen un corazón todavía más grande, y una visión todavía más grande, entonces somos nosotros los colaboradores suyos. Porque lo que cuenta es la salud, la salvación, la alegría de los pobres. Lo que cuenta, lo que es real, es la esperanza, la salvación, la salud. Y nosotros queremos que esta salvación, que esta salud, se extienda como una explosión de salvación.


Así habla Isaías: Que sea una salvación que a todos alcance. Una salvación según el corazón de Dios, de su voluntad, de su Espíritu. Nosotros continuamos nuestra Congregación general. Quizá este es el punto que debemos discernir: en este momento de nuestra historia, dónde debemos poner nuestra atención, nuestro servicio, nuestras energías. O con otras palabras, cuál es el color, el tono, la figura de la salvación hoy para tantos y tantos que tienen de ella necesidad, para tantas “naciones” humanas, no geográficas que todavía reclaman salud. Son muchos los que esperan en una salvación que todavía no hemos comprendido. Abrirse a esta realidad es el desafío, la llamada de este momento.


Así -y con esto vamos al Evangelio de hoy- es cómo nosotros podemos ser verdaderos discípulos del Cordero de Dios, Aquel que quita nuestros pecados y nos conduce a un mundo nuevo. Y Él, el Cordero de Dios, se ha presentado a sí mismo como Servidor, el que lleva a cumplimiento la doctrina de Isaías, el mensaje de los Profetas. Su identidad de Servidor será el signo, la marca de nuestra propia misión, de la llamada a la que tratamos de responder en estos días. Oramos todos juntos por este sentido de Misión de la Iglesia, para que sea a favor de las “naciones”, no de nosotros mismos. Las “Naciones” que todavía están lejos, no geográficamente, sino humanamente, existencialmente. Para que la alegría, la esperanza que viene del Evangelio sea una realidad con la que nosotros podamos colaborar un poco. Haciéndolo con mucho amor, y con un servicio desinteresado.


RESEÑA BIOGRÁFICA
El nuevo Superior General nació el 29 de abril de 1936 en Palencia, España. En 1953, ingresó al noviciado de Aranjuez y entre 1958 y 1960 cursó la Licenciatura en Filosofía en la Universidad de Alcalá, en Madrid. Viajó a Japón, donde fue ordenado sacerdote el 17 de marzo de 1967. Al año siguiente, concluyó sus estudios de Teología. Luego de realizar un Magister en Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana, en Roma, en 1971 comenzó a desempeñarse como profesor en la Universidad de Sofía, en Tokyo. Se desempeñó, entre 1978 y 1984 como director del Instituto Pastoral de Manila, Filipinas. Tras retornar a Japón, en 1993 fue nombrado provincial. Y desde 2004 a la actualidad, era coordinador de la Conferencia Jesuita del Asia Oriental y Oceanía.

El padre Adolfo Nicolás habla español, japonés, inglés, francés e italiano.


sábado, 26 de enero de 2008

JORNADA MUNDIAL DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES



Estimados ( as )

Me es grato, transcribir el " MENSAJE DE SU SANTIDAD BENEDICTO XVI PARA LA XLII JORNADA MUNDIAL DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES


“Los medios: en la encrucijada entre protagonismo y servicio. Buscar la Verdad para compartirla”(4 de mayo de 2008)

Queridos hermanos y hermanas


1. El tema de la próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, “Los medios: en la encrucijada entre protagonismo y servicio. Buscar la Verdad para compartirla”, señala la importancia del papel que estos instrumentos tienen en la vida de las personas y de la sociedad.


En efecto, no existe ámbito de la experiencia humana –más aún si consideramos el amplio fenómeno de la globalización- en el que los medios no se hayan convertido en parte constitutiva de las relaciones interpersonales y de los procesos sociales, económicos, políticos y religiosos. A ese respecto escribía en mi Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz del pasado 1 de enero: «los medios de comunicación social, por las potencialidades educativas de que disponen, tienen una responsabilidad especial en la promoción del respeto por la familia, en ilustrar sus esperanzas y derechos, en resaltar su belleza» (n.5).


2. Gracias a una vertiginosa evolución tecnológica, estos medios han logrado potencialidades extraordinarias, lo cual plantea al mismo tiempo nuevos e inéditos interrogantes. Es innegable la aportación que pueden dar al flujo de noticias, al conocimiento de los hechos y a la difusión del saber. Han contribuido de manera decisiva, por ejemplo, a la alfabetización y la socialización, como también al desarrollo de la democracia y al diálogo entre los pueblos. Sin su aportación sería realmente difícil favorecer y mejorar la comprensión entre las naciones, dar alcance universal a los diálogos de paz, garantizar al hombre el bien primario de la información, asegurando a la vez la libre circulación del pensamiento, en orden sobre todo a los ideales de solidaridad y justicia social. Ciertamente, los medios en su conjunto no solamente son medios para la difusión de las ideas, sino que pueden y deben ser también instrumentos al servicio de un mundo más justo y solidario. No obstante, existe el riesgo de que en vez de ello se transformen en sistemas dedicados a someter al hombre a lógicas dictadas por los intereses dominantes del momento. Éste es el caso de una comunicación usada para fines ideológicos o para la venta de bienes de consumo mediante una publicidad obsesiva. Con el pretexto de representar la realidad, se tiende de hecho a legitimar e imponer modelos distorsionados de vida personal, familiar o social. Además, para ampliar la audiencia, la llamada audience, a veces no se duda en recurrir a la trasgresión, la vulgaridad y la violencia. Puede suceder también que a través de los medios se propongan y sostengan modelos de desarrollo que, en vez de disminuir el abismo tecnológico entre los países pobres y los ricos, lo aumentan.


3. La humanidad se encuentra hoy ante una encrucijada. También para los medios es válido lo que escribí en la Encíclica Spe salvi sobre la ambigüedad del progreso, que ofrece posibilidades inéditas para el bien, pero abre al mismo tiempo enormes posibilidades de mal que antes no existían (cf. n.22). Por lo tanto, es necesario preguntarse si es sensato dejar que los medios de comunicación se subordinen a un protagonismo indiscriminado o que acaben en manos de quien se vale de ellos para manipular las conciencias. ¿No se debería más bien hacer esfuerzos para que permanezcan al servicio de la persona y del bien común, y favorezcan «la formación ética del hombre, el crecimiento del hombre interior»? (cf. ibíd.). Su extraordinaria incidencia en la vida de las personas y de la sociedad es un dato ampliamente reconocido, pero hay que tomar conciencia del viraje, diría incluso del cambio de rol que los medios están afrontando. Hoy, de manera cada vez más marcada, la comunicación parece tener en ocasiones la pretensión no sólo de representar la realidad, sino de determinarla gracias al poder y la fuerza de sugestión que posee. Se constata, por ejemplo, que sobre algunos acontecimientos los medios no se utilizan para una adecuada función de informadores, sino para “crear” los eventos mismos. Este arriesgado cambio en su papel es percibido con preocupación por muchos Pastores. Justamente porque se trata de realidades que inciden profundamente en todas las dimensiones de la vida humana (moral, intelectual, religiosa, relacional, afectiva, cultural), poniendo en juego el bien de la persona, es necesario reafirmar que no todo lo que es técnicamente posible es también éticamente realizable. El impacto de los medios de comunicación en la vida de las personas contemporáneas plantea, por lo tanto, interrogantes ineludibles y espera decisiones y respuestas inaplazables.


4. El papel que los medios de comunicación han adquirido en la sociedad debe ser considerado como parte integrante de la cuestión antropológica, que se plantea como un desafío crucial del tercer milenio. De manera similar a lo que sucede en el campo de la vida humana, del matrimonio y la familia, y en el ámbito de los grandes temas contemporáneos sobre la paz, la justicia y la tutela de la creación, también en el sector de la comunicación social están en juego dimensiones constitutivas del ser humano y su verdad. Cuando la comunicación pierde las raíces éticas y elude el control social, termina por olvidar la centralidad y la dignidad inviolable del ser humano, y corre el riesgo de incidir negativamente sobre su conciencia y sus opciones, condicionando así la libertad y la vida misma de las personas. Precisamente por eso es indispensable que los medios defiendan celosamente a la persona y respeten plenamente su dignidad. Más de uno piensa que es necesaria en este ámbito una “info-ética”, así como existe la bio-ética en el campo de la medicina y de la investigación científica sobre la vida.


5. Se ha de evitar que los medios se conviertan en megáfono del materialismo económico y del relativismo ético, verdaderas plagas de nuestro tiempo. Por el contrario, pueden y deben contribuir a dar a conocer la verdad sobre el hombre defendiéndola ante los que tienden a negarla o destruirla. Se puede decir incluso que la búsqueda y la presentación de la verdad sobre el hombre son la más alta vocación de la comunicación social. Utilizar para este fin todos los lenguajes, cada vez más bellos y refinados, de los que los medios disponen, es una tarea entusiasmante confiada, en primer lugar, a los responsables y operadores del sector. Es una tarea que, sin embargo, nos corresponde en cierto modo a todos, porque en esta época de globalización todos somos usuarios y a la vez operadores de la comunicación social. Los nuevos medios, en particular la telefonía e Internet, están modificando el rostro mismo de la comunicación y tal vez ésta es una maravillosa ocasión para rediseñarlo y hacer más visibles, como decía mi venerado predecesor Juan Pablo II, las líneas esenciales e irrenunciables de la verdad sobre la persona humana (cf. Carta ap. El rápido desarrollo, 10).


6. El hombre tiene sed de verdad, busca la verdad; así lo demuestran también la atención y el éxito que tienen tantos productos editoriales y programas de ficción de calidad en los que se reconocen y son adecuadamente representadas la verdad, la belleza y la grandeza de la persona, incluyendo su dimensión religiosa. Jesús dijo: «Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres» (Jn 8,32). La verdad que nos hace libres es Cristo, porque sólo Él puede responder plenamente a la sed de vida y de amor que existe en el corazón humano. Quien lo ha encontrado y se apasiona por su mensaje, experimenta el deseo incontenible de compartir y comunicar esta verdad: «Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos –escribe San Juan–, lo que contemplamos y palparon nuestras manos: la Palabra de Vida [...], os lo anunciamos para que estéis unidos con nosotros en esa unión que tenemos con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Os escribimos esto para que nuestra alegría sea completa» (1 Jn 1, 1-3).


Invoquemos al Espíritu Santo para que no falten comunicadores valerosos y testigos auténticos de la verdad que, fieles al mandato de Cristo y apasionados por el mensaje de la fe, «se hagan intérpretes de las actuales exigencias culturales, comprometiéndose a vivir esta época de la comunicación no como tiempo de alienación y extravío, sino como un tiempo oportuno para la búsqueda de la verdad y el desarrollo de la comunión entre las personas y los pueblos» (Juan Pablo II, Discurso al Congreso Parábolas mediáticas, 9 noviembre 2002, 2).


Con estos deseos os imparto con afecto mi bendición.


Vaticano, 24 de enero 2008, Fiesta de San Francisco de Sales.


BENEDICTUS PP. XVI



FOTO: SAN FRANCISCO DE SALES - PATRONO DE LOS PERIODISTAS

miércoles, 23 de enero de 2008

CARTA A PATRICIA TRONCOSO

Estimados ( as )

Carta de Mons. Alejandro Goic entregada, a través del Pbro. Eduardo Morin, a Patricia Troncoso en el hospital Herminda Martín de Chillán.


Rancagua, enero 21 de 2008.

S. Patricia Troncoso
Hospital Herminda Martin
Chillán

Estimada Patricia:

Desde Rancagua la saludo con profundo afecto en el Señor que nos ama y especialmente a los que sufren. Monseñor Manuel Camilo Vial, Obispo de Temuco, me ha hablado mucho de usted. De su amor al Señor Jesús, de su profunda espiritualidad, de su entrega generosa al pueblo mapuche. Monseñor Carlos Pellegrin, Obispo de Chillán quien actualmente la visitó, señaló a los Medios de Comunicación, entre otros conceptos: “ He venido a visitar a Chepa para animarla y escucharla como pastor de la Iglesia de Chillán, decirle que estamos muy preocupados por la situación que vive en este momento, y particularmente ofrecerle nuestro apoyo espiritual”.
Le incluyo la Declaración, que a nombre de los Obispos, realicé el 14 de Enero titulada La Paz en la Araucanía, fruto de la justicia” y la entrevista que me hiciera la Sra. Raquel Correa en El Mercurio el domingo 20 de enero.
Le escribo para rogarle en nombre de Dios, en quien cree y a quien ama, a que deponga su actitud de continuar esta huelga de hambre. Como creyente sabe que la vida es un don maravilloso y que conservando su existencia podrá seguir luchando por causas justas y dignas, como la que la ha movido hasta ahora. Me parece que su esfuerzo no ha sido en vano. El tema mapuche se instaló en la sociedad chilena, como también el sueldo ético. Son temas que deberán comenzar a resolverse. No son fáciles. La Iglesia Católica a la que pertenece compromete su palabra y su acción. El Gobierno ha creado la Comisión interministerial para buscar respuestas adecuadas a una demanda histórica. Un grupo importante de académicos y de profesores ha hecho un documento histórico en torno al tema indígena en Chile. He sido informado, de manera no oficial, que algunos de los beneficios que usted solicita le serían otorgados después de su total recuperación.
Estimada Chepa, permítame que la llame así. Hace poco en Santiago recibí a su padre, un hombre bueno y justo, que sufre por usted como toda su familia. Por amor a ellos, por amor a la causa que defiende, por amor a Dios, le ruego que acoja la petición de su Iglesia. Hay un solo Justo – Cristo Jesús – que cargó sobre si el pecado del mundo y de cada uno de nosotros. En Él somos salvos. Él nos enseñó la sagrada dignidad humana de cada hombre y de cada mujer. San Pablo nos recuerda: “Sabemos, además, que todo contribuye al bien de los que aman a Dios” (Rom. 8,28). Su sacrificio contribuirá al bien y a una mayor justicia social.
Ruego con fe y humildad por usted, para que se deje invadir por el Espíritu que quiere que ¡¡¡usted viva!!!.
La quiere y bendice en el nombre del Señor.

† Alejandro Goic Karmelic
Obispo de Rancagua
PresidenteConferencia Episcopal de Chile

PADRE NUESTRO

Estimados ( as ) :



Comparto la exposición del Padre Nuestro, realizada por San Francisco de Asís * :


1 Oh santísimo Padre nuestro: creador, redentor, consolador y salvador nuestro.

2 Que estás en el cielo: en los ángeles y en los santos; iluminándolos para el conocimiento, porque tú, Señor, eres luz; inflamándolos para el amor, porque tú, Señor ,eres amor; habitando en ellos y colmándolos para la bienaventuranza, porque tú, Señor, eres sumo bien, eterno bien, del cual viene todo bien, sin el cual no hay ningún bien.

3 Santificado sea tu nombre: clarificada sea en nosotros tu noticia, para que conozcamos cuál es la anchura (cf. Ef 3,18) de tus beneficios, la largura de tus promesas, la sublimidad de la majestad y la profundidad de los juicios.

4 Venga a nosotros tu reino: para que tú reines en nosotros por la gracia y nos hagas llegar a tu reino, donde la visión de ti es manifiesta, la dilección de ti perfecta, la compañía de ti bienaventurada, la fruición de ti sempiterna.

5 Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo: para que te amemos con todo elcorazón (cf. Lc 10,27), pensando siempre en ti; con toda el alma, deseándote siempre a ti; con toda la mente, dirigiendo todas nuestras intenciones a ti, buscando en todo tu honor; y con todas nuestras fuerzas, gastando todas nuestras fuerzas y los sentidos del alma y del cuerpo en servicio de tu amor y no en otra cosa; y para que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos, atrayéndolos a todos a tu amor según nuestras fuerzas, alegrándonos del bien de los otros como del nuestro y compadeciéndolos en sus males y no dando a nadie ocasión alguna de tropiezo (cf. 2 Cor 6,3).

6 Danos hoy nuestro pan de cada día: tu amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo: para memoria e inteligencia y reverencia del amor que tuvo por nosotros, y de lo que por nosotros dijo, hizo y padeció.

7 Perdona nuestras ofensas: por tu misericordia inefable, por la virtud de la pasión de tu amado Hijo y por los méritos e intercesión de la beatísima Virgen y de todos tus elegidos.

8 Como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden: y lo que no
perdonamos plenamente, haz tú, Señor, que lo perdonemos plenamente, para que, por ti, amemos verdaderamente a los enemigos, y ante ti por ellos devotamente intercedamos, no devolviendo a nadie mal por mal (1 Tes 5,15), y nos apliquemos a ser provechosos para todos en ti.

9 No nos dejes caer en la tentación: oculta o manifiesta, súbita o importuna.

10 Y líbranos del mal: pasado, presente y futuro. Gloria al Padre, etc
.
* Fundador de la Orden Franciscana, nació en Asís, en la Umbría, en 1181 o 1182- no se tiene un dato exacto. Allí mismo murió, el 3 de octubre de 1226.

sábado, 19 de enero de 2008

LA PERFECCION DEL SEÑOR


En general tengo buena memoria , no obstante, olvido

¿Que hacer con la memoria? Reconocer sus bondades, ejercitarla y dejarla en las manos del Señor.

¿A que viene la reflexión anterior? Se fundamenta en el hecho que, al igual que muchas personas, ofrezco a otros orar por ellos.

Es cierto, podemos sufrir una contrariedad ética al olvidar un compromiso de oración. Frente a esa realidad nace la inquietud
¿Que hacer?, mi respuesta : Descansar en la memoria Suprema :
“ Tu conoces a cada una de las personas a las que, he prometido mi oración.. tu conoces lo que cada uno necesita .. Bendícelos y dame la bendición de recordarlos..

Mis limitaciones demandan la existencia de la perfección..
La limitación de mi memoria demanda una memoria perfecta
Mi inteligencia limitada demanda la existencia de una Suprema inteligencia; etc…. Dios es causa de infinitas perfecciones, en Él se contiene, en grado infinito, toda perfección.

¿Tus limitaciones demandan la existencia de la perfección?
¿Pensar en una perfección posible, es causa de su existencia?
Mi respuesta es afirmativa... , No obstante, cabe una segunda pregunta ¿ Reconocer la posibilidad de la perfección, nos permite su comprensión total ? Ante esa pregunta mi respuesta es negativa ¿Por qué? Para una acabada comprensión, el Señor “ creo” la eternidad.


martes, 15 de enero de 2008

LA PAZ EN LA ARAUCANIA , FRUTO DE LA JUSTICIA

Estimados ( as ) :

Con preocupación y tristeza, transcribo una declaración del Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile y Obispo de Rancagua, Don Alejandro Goic Karmelic.

Junto con compartir plenamente la declaración de mi Obispo, invito a mis amigos ( as ) a orar por la Paz de La Araucanía.

1. Los violentos episodios en la zona de la Araucanía han marcado los primeros días de este nuevo año. La muerte de un joven, las acciones violentas contra terceros inocentes, las medidas de fuerza, constituyen un síntoma alarmante de un conflicto que lamentablemente no hemos abordado en profundidad apuntando a las causas de fondo. Sentimos que la situación es altamente compleja por cuanto transcurre en un contexto de desconocimiento, prejuicios y discriminación hacia los indígenas, de políticas que se han demostrado inadecuadas, y de una instrumentalización por parte de personas ajenas a esta realidad que obstruyen los acuerdos con agitación y violencia.
2. La Iglesia, en fidelidad al mandato evangélico, ha continuado su histórico acompañamiento a los pueblos originarios, procurando la satisfacción de sus legítimas demandas, en el marco de la legislación vigente y promoviendo amplias instancias de diálogo. La participación del Obispo de Temuco, Mons. Manuel Camilo Vial, de otros obispos y profesionales de la Iglesia en un servicio de garantía y facilitación se inscribe en este espíritu.
3. Lamentablemente la preocupación por el pueblo mapuche que amplios sectores ciudadanos dicen manifestar, no se condice con un esfuerzo real por escuchar la voz de sus dirigentes representativos y por comprenderlos en su propia cultura. Valoramos la voluntad expresada por el Gobierno al crear el Comité Interministerial, y confiamos en que su tarea pueda derivar en soluciones reales a las demandas de las comunidades mapuches, lo mismo que de las personas y empresas que han sido víctimas de una violencia irracional que a nada conduce.
4. Hoy nos preocupa, de un modo particular, la situación de la Sra. Patricia Troncoso Robles, quien se ha mantenido junto a otros dirigentes en huelga de hambre. Hemos conocido recientemente el informe médico de tres profesionales que la examinaron. Dicho informe señala que, aunque no se encuentra en situación de riesgo vital inminente, el significativo deterioro de su condición física es evidente en sus aspectos cognitivos, neurológicos y en la esfera cardiovascular. Según los especialistas, de mantenerse esa condición puede poner a la paciente en evidente riesgo vital. Confiamos en que las sugerencias que los médicos hacen respecto de su traslado a un recinto hospitalario de Santiago sean acogidas por las instancias pertinentes. Mons. Vial les ha expresado la convicción de que poner deliberadamente en grave riesgo la propia vida para llamar la atención de las autoridades y de la sociedad no es proporcionado al maravilloso don que el Señor nos ha regalado, apelando a su conciencia de cristiana, hija de Dios y a la petición de su familia para que suspenda esta medida.
5. Reitero una vez más que la paz del corazón es el corazón de la paz.

Santiago, 14 de enero de 2008

NUESTRO BAUTISMO







Estimados (as) amigos (as) de la Red :



En la Misa del Domingo 13 de Enero ( Iglesia San Francisco, Rancagua ), el Padre José Rivera Rodriguez, nos consultaba por la fecha, lugar y nombre del sacerdote que, nos había bautizado.

Junto con pensar, en el Padre Gonzalo González y González, mi mente se traslado a la Iglesia Catedral de Rancagua, donde un Domingo 9 de Febrero de 1958 recibí el Bautismo.

Los invito a que, a través del Compendio del Catecismo Catolico, recordemos el significado de este sacramento.

¿Con qué nombres se conoce el primer Sacramento de la iniciación?
El primer sacramento de la iniciación recibe, ante todo, el nombre de Bautismo, en razón del rito central con el cual se celebra: bautizar significa «sumergir» en el agua; quien recibe el bautismo es sumergido en la muerte de Cristo y resucita con Él «como una nueva criatura» (2 Co 5, 17). Se llama también «baño de regeneración y renovación en el Espíritu Santo» (Tt 3, 5), e «iluminación», porque el bautizado se convierte en «hijo de la luz» (Ef 5, 8).



253. ¿Cómo se prefigura el Bautismo en la Antigua Alianza?
En la Antigua Alianza se encuentran varias prefiguraciones del Bautismo: el agua, fuente de vida y de muerte; el arca de Noé, que salva por medio del agua; el paso del Mar Rojo, que libera al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto; el paso del Jordán, que hace entrar a Israel en la tierra prometida, imagen de la vida eterna.



254. ¿Quién hace que se cumplan estas prefiguraciones?
Estas prefiguraciones del bautismo las cumple Jesucristo, el cual, al comienzo de su vida pública, se hace bautizar por Juan Bautista en el Jordán; levantado en la cruz, de su costado abierto brotan sangre y agua, signos del Bautismo y de la Eucaristía, y después de su Resurrección confía a los Apóstoles esta misión: «Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (Mt 28, 19-20).



255. ¿Desde cuándo y a quién administra la Iglesia el Bautismo?
Desde el día de Pentecostés, la Iglesia administra el Bautismo al que cree en Jesucristo.



256. ¿En qué consiste el rito esencial del Bautismo?
El rito esencial del Bautismo consiste en sumergir en el agua al candidato o derramar agua sobre su cabeza, mientras se invoca el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.



257. ¿Quién puede recibir el Bautismo?
Puede recibir el Bautismo cualquier persona que no esté aún bautizada.


258. ¿Por qué la Iglesia bautiza a los niños?
La Iglesia bautiza a los niños puesto que, naciendo con el pecado original, necesitan ser liberados del poder del maligno y trasladados al reino de la libertad de los hijos de Dios.



259. ¿Qué se requiere para ser bautizado?
A todo aquel que va a ser bautizado se le exige la profesión de fe, expresada personalmente, en el caso del adulto, o por medio de sus padres y de la Iglesia, en el caso del niño. El padrino o la madrina y toda la comunidad eclesial tienen también una parte de responsabilidad en la preparación al Bautismo (catecumenado), así como en el desarrollo de la fe y de la gracia bautismal.



260. ¿Quién puede bautizar?
Los ministros ordinarios del Bautismo son el obispo y el presbítero; en la Iglesia latina, también el diácono. En caso de necesidad, cualquiera puede bautizar, siempre que tenga la intención de hacer lo que hace la Iglesia. Éste derrama agua sobre la cabeza del candidato y pronuncia la fórmula trinitaria bautismal: «Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo».



261. ¿Es necesario el Bautismo para la salvación?
El Bautismo es necesario para la salvación de todos aquellos a quienes el Evangelio ha sido anunciado y han tenido la posibilidad de pedir este sacramento.



262. ¿Hay salvación posible sin el Bautismo?
Puesto que Cristo ha muerto para la salvación de todos, pueden salvarse también sin el Bautismo todos aquellos que mueren a causa de la fe (Bautismo de sangre), los catecúmenos, y todo aquellos que, bajo el impulso de la gracia, sin conocer a Cristo y a la Iglesia, buscan sinceramente a Dios y se esfuerzan por cumplir su voluntad (Bautismo de deseo). En cuanto a los niños que mueren sin el Bautismo, la Iglesia en su liturgia los confía a la misericordia de Dios.

263. ¿Cuáles son los efectos del Bautismo?
El Bautismo perdona el pecado original, todos los pecados personales y todas las penas debidas al pecado; hace participar de la vida divina trinitaria mediante la gracia santificante, la gracia de la justificación que incorpora a Cristo y a su Iglesia; hace participar del sacerdocio de Cristo y constituye el fundamento de la comunión con los demás cristianos; otorga las virtudes teologales y los dones del Espíritu Santo. El bautizado pertenece para siempre a Cristo: en efecto, queda marcado con el sello indeleble de Cristo (carácter).


264. ¿Cuál es el significado del nombre cristiano recibido en el Bautismo?
El nombre es importante porque Dios conoce a cada uno por su nombre, es decir, en su unicidad. Con el Bautismo, el cristiano recibe en la Iglesia el nombre propio, preferiblemente de un santo, de modo que éste ofrezca al bautizado un modelo de santidad y le asegure su intercesión ante Dios.

martes, 8 de enero de 2008

DIAGNOSTICO DE LA CONCIENCIA RELIGIOSA EN CHILE

Amigos de la Red :

Me permito transcribir Comentario de Mons. Alejandro Goic Karmelic, Obispo de Rancagua y Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, en Panel “Diagnóstico de la Conciencia Religiosa en Chile” en el Seminario “Encuesta Nacional Bicentenario UC Adimark: Una Mirada al Alma de Chile 2007”Centro de Extensión UC – 8 de enero de 2007


"Ante todo, junto con agradecer la invitación a participar en este panel, permítanme una palabra para valorar este instrumento que la Universidad Católica junto a ADIMARK ofrecen a la sociedad chilena como un regalo para el Bicentenario. Al abrir el paquete de este obsequio encontramos un espejo. Podrá no gustarnos como nos vemos, pero qué bien nos hace confrontarnos con este espejo de la realidad de este tiempo. Mi gratitud y reconocimiento a quienes han llevado adelante esta iniciativa.Siempre es importante cotejar con los fríos números una realidad que es compleja y que conocemos a diario en nuestra práctica pastoral.
Algunos todavía piensan que los sacerdotes y religiosos vivimos encerrados en burbujas y cada cierto tiempo necesitamos que nos regalen un “baldazo” de realidad. Si bien algunas pocas congregaciones de carisma contemplativo viven su fe retiradas del bullicio contemporáneo -aunque les aseguro que laboran y oran permanentemente informados acerca de lo que ocurre en la Iglesia y en la sociedad-, la inmensa mayoría de las personas que nos hemos consagrado al Señor estamos inmersos en realidades humanas y sociales muy diversas, junto a personas con nombre y apellido, en parroquias y capillas, escuelas, universidades, empresas, poblaciones y condominios, en los packing de la fruta, campamentos, comunidades de base, juveniles, entre tantas otras instancias. Por eso cuando miramos estas cifras con corazón de pastores no podemos dejar de pensar en personas, vivencias, sentimientos, ni tampoco en los grandes procesos que vive este país y que nosotros acompañamos, como parte de este pueblo, proclamando la buena noticia de Jesucristo.
Contemplamos, al leer este estudio, los principales valores que inspiran a nuestra sociedad, algunos intransables como el derecho a la vida que se pone de relevancia en forma transversal frente a la pregunta del aborto, con una fuerte convicción que aumenta. También nos habla de la centralidad de la familia en la vida de los chilenos, y nos muestra aspectos de nuestra identidad, de nuestra convivencia y de nuestras expectativas que en gran medida confirman algunas preocupaciones de la Iglesia.Alertados por varios episodios de violencia que hemos lamentado en el último año, los Obispos hemos invitado reiteradamente a mirar la calidad de nuestra convivencia y a procurar los caminos que nos permitan, en todas las instancias, educar para la paz. Y entre estas instancias, sin duda que la familia es la fundamental.Si los padres hoy dicen dedicar más tiempo a sus hijos y, a pesar de ello, perciben que el comportamiento de la juventud actual es peor que antes, conviene preguntarse entonces por la calidad de la convivencia familiar. ¿Dedicar más tiempo a la familia significa destinar una tarde para ir juntos de compras al centro comercial? ¿O ver en familia una maratón de la serie televisiva favorita? Mucho nos quejamos de los escasos tiempos para la convivencia familiar, pero de nada sirve contar con más horas si no hay verdadera escucha ni diálogo constructivo, si no nos esmeramos por generar instancias de crecimiento personal y familiar, incluso en los tiempos de ocio.
Los padres de familia necesitan seguir aprendiendo cada día a ser mejores padres. Este estudio confirma que son ellos los primeros educadores de sus hijos. Pero pareciera que no cuentan con las debidas herramientas para esta tarea. Y a la parroquia, la pastoral familiar, a los colegios de inspiración católica, nos cabe una tarea importante en este ámbito.Al ver en este estudio las percepciones sobre la juventud de hoy, no puedo evitar asociar mi sentimiento a lo que viví hace unos meses, cuando a propósito del llamado “sueldo ético” fui invitado al Consejo Asesor Presidencial para la Equidad Social. En esa oportunidad con mucho respeto les planteé a los miembros lo importante que sería que ellos visitaran un hogar en situación de pobreza, conocieran directamente su realidad y escucharan a las personas que sufren en carne propia el drama de vivir con ingresos miserables. Con esa misma convicción, creo que mientras las políticas de juventud sigan siendo estudiadas desde las miradas y los prejuicios de nosotros, los adultos, sin preocuparnos por escuchar a los jóvenes y atender a sus verdaderas expectativas, poco podremos avanzar en darles respuestas a sus búsquedas de sentido. Me pregunto si habremos aprendido, como sociedad, las lecciones que nos dio el movimiento de los secundarios también llamados “pingüinos”.
En relación al tema que nos convoca en este panel, el diagnóstico de la conciencia religiosa en Chile, parece obvio, pero vale la pena recordarlo: la doctrina de la Iglesia Católica no se guía por encuestas ni por aplausos ni por conveniencias políticas o de otro orden. La Iglesia se conduce desde nuestra fe en Dios, que nos ha sido revelado en Jesucristo, cuya palabra proclamamos. En algunos campos, esta palabra concita amplias adhesiones y se nos rinden homenajes y se nos otorgan premios internacionales. En otros campos, se nos acusa de inquisidores, de oscurantistas y retrógrados. Jesús tampoco se dejó conducir por la opinión de las mayorías: cuando pregunta a Pedro quién dice la gente que es Él, no se queda con las tendencias que mostraban los gráficos de entonces, se queda con una opinión particular y marginal, la de Pedro, a la que hoy nosotros adherimos “Tú eres el Cristo, el Mesías, el Hijo de Dios Viviente” (Mt 16, 16).
Encontramos en este estudio, así como en otros recientes, algunos indicadores que muestran una aparente incoherencia entre la fe a la que adhieren los católicos y su vivencia real de esa fe. Lamentablemente, no es ninguna novedad. Los “católicos a su manera” son una preocupación permanente en nuestra pastoral desde hace muchos años. Lo que ocurre es que en ese 70% que registró el Censo de 2002 hay distintos grados de vivir la catolicidad, y así lo expresa bien en su presentación el Profesor Valenzuela.
Uno podría pensar en la figura de los círculos concéntricos para entenderlo mejor, incluso a la luz de la propia experiencia de Jesucristo y los distintos grados de intimidad y cercanía con sus contemporáneos: primero con su Madre; luego con Juan, el discípulo amado; enseguida Pedro, Santiago y Andrés; después los doce apóstoles, los setenta y dos discípulos, los que le seguían y le escuchaban; finalmente las muchedumbres y también los otros (los gentiles). Del mismo modo, hay católicos que dedican toda su vida, desde que se levantan hasta que se acuestan cada día, a tratar de vivir conforme al Evangelio. Y hay otros que se conforman con un viaje anual a Lo Vásquez. Algunos sienten que asistir a la misa dominical o pagar el uno por ciento basta. Otros rezan en familia, apadrinan a un hogar vulnerable, salen por estos días en misiones. Hay también quienes viven devociones o prácticas personales, ajenas a la experiencia de la comunidad eclesial. Y aquellos que, muchas veces por razones justificadas, privilegian la participación en las actividades de su comunidad cristiana o las de su familia antes que la asistencia al culto litúrgico. Y todos ellos se sienten, con razón, católicos. Guardando las debidas distancias, ¿no pasa lo mismo en otras instituciones, como partidos políticos o clubes de fútbol? A diferencia de los partidos o de los clubes, en el ámbito de la fe el Tribunal Supremo aún no se pronuncia. Por lo demás, Dios nos regala la libertad de los hijos de Dios, cada cual con su libertad de conciencia. A la Iglesia y sus pastores nos corresponde formar esas conciencias y ofrecer a las personas las posibilidades de encontrarse con el Señor en su vida personal, en sus familias, en la solidaridad con los que sufren, y en la comunidad de la Iglesia. Necesitamos profundizar nuestra catequesis y nuestra formación de laicos, así como también procurar mejor acompañamiento a los agentes evangelizadores en este sentido.
Que sólo dos tercios de las personas que se declaran católicas se sientan parte de la Iglesia es un dato que no nos puede dejar indiferentes. La invitación que nos hace el Episcopado de América Latina en el Documento de Aparecida a una conversión y renovación, a ser discípulos misioneros de Cristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida, sin duda es una gran oportunidad de abordar con energía este desafío y de traducirlo en prioridades concretas en nuestras Orientaciones Pastorales nacionales que aprobaremos en abril próximo. Estas formas de vivir el ser católico que aquí he mencionado son sólo algunas de las tantas manifestaciones de la fe de las personas, aunque, por supuesto, el ideal es que un católico viva equilibradamente todas las dimensiones de la fe: en su comportamiento cotidiano, en su compromiso social, en su inserción en la comunidad eclesial, en su práctica litúrgica y en su oración.
Lamentablemente, evaluar la práctica católica exclusivamente por rezos, devociones y asistencia a misa, parece insuficiente Los reduccionismos y los sesgos en este ámbito son muy peligrosos. Sobran encuestas que muestran católicos partidarios del divorcio, de los preservativos o de la llamada “píldora del día después”. No se cuenta a los católicos que no pagan sueldos justos o evaden impuestos, a los que viven obsesionados por el consumismo; los que discriminan o excluyen en la vida laboral y social. Concluyo estas palabras con una mirada hacia ese 67% de chilenos que cree que Dios se manifiesta en el mundo en que vivimos. Desde esa cifra se comprende mejor el amor por la familia, las virtudes solidarias, y también la esperanza que enhorabuena es mayor entre los creyentes. Sin duda, las figuras de nuestros santos Teresa y Alberto, y de nuestro querido cardenal Raúl, que este estudio pone de relevancia, son para los chilenos, entre otros, muestra de ese amor de Dios por esta tierra".

domingo, 6 de enero de 2008

CATEDRAL DE SAN BERNARDO


En una visita a San Bernardo.. ( Región Metropolitana - Chile ) va una reseña de la Iglesia Catedral que, en verdad me llamó la atención :

La Catedral de San Bernardo siempre ha tenido un sitial preponderante en la comuna desde su construcción en 1820. Desde esa fecha albergó en su capacidad máxima a 300 personas y sirvió como sede de la parroquia de la ciudad hasta 1987, año en que por decreto de S.S. Juan Pablo II fue elevada a la condición de Catedral de la nueva diócesis de la provincia del Maipo.


El paso de los años, las deficiencias estructurales, y los terremotos llevaron a destruir este antiguo templo y don Orozimbo Fuenzalida comenzo la construcción del actual templol, cuyas nuevas dependencias fueron inauguradas el 25 de noviembre del 2000.
La nueva Catedral de San Bernardo tiene espacio para 600 personas sentadas y es un ejemplo del reencuentro arquitectónico contemporáneo con los símbolos del arte cristiano, tanto en la arquitectura como en la pintura. Es así como la construcción de este Templo, procuró dentro de un estilo moderno, recuperar el espacio basilical clásico con tres naves; y retomar el arte cristiano tradicional, al retratar en gran magnitud a través del arte episodios bíblicos como “La Natividad”, “El Bautismo de Jesús”, “La Crucifixión” y "La Resurrección”, entre otros.

Observación : Actualmente, los días Domingos a las 18:00 horas, es posible escuchar misa en Latín.

La Iglesia Catedral se puede visitar en los siguientes horarios ( Verano 2008 )

Lunes a Viernes 9:30 a 13:30 hrs - 16:30 a 20:30 hrs

Sábados
9:30 - 13:30 hrs. Tarde, a contar de las 17:00 hrs

Domingo : Horario Normal